El Ayuntamiento de Barcelona ha dado un paso concreto y potente para acelerar la transformación de su parque de ciclomotores: a partir de marzo de 2026, ofrecerá 600 € a quienes entreguen su ciclomotor de combustión para comprar uno eléctrico.
Este plan, con un presupuesto de 15 millones de euros, forma parte de una estrategia más amplia para lograr que el parque ciclomotor sea 100 % eléctrico y de cero emisiones para 2030.
Por qué esta ayuda es un signo de que la movilidad eléctrica es cada vez más “lo lógico”
1. No es solo una subvención: es un empujón estructural
Estos 600 € no son un cheque simbólico: representan entre el 16 % y el 40 % del coste de un ciclomotor eléctrico nuevo, según los importes definidos por el ayuntamiento.
Además, no solo se incentiva la compra: el programa obliga a dar de baja el viejo ciclomotor de combustión, lo que significa un doble impacto: menos emisiones y renovación real del parque.
2. Se construye también la infraestructura
El plan incluye 3 millones de euros para instalar 64 estaciones de intercambio de baterías, algo clave para quienes usan ciclomotores eléctricos con baterías extraíbles.
No es solo fomentar la movilidad eléctrica, es crear la red que la hace posible de forma eficiente.
3. Transición justa
El programa no olvida a los usuarios más vulnerables: está pensado para “no dejar a nadie atrás”, según el alcalde Collboni, considerando especialmente a jóvenes o personas con menos recursos.
Renovar un ciclomotor contaminante por uno eléctrico no debería ser un lujo, y esta medida camina exactamente en esa dirección.

¿Por qué para Velca este plan es una gran noticia?
Desde la perspectiva de una marca de motos eléctricas, esto es más que una ayuda puntual:
- Valida el modelo de negocio: incentivos de este tipo refuerzan que el futuro de la movilidad será eléctrico, y que las marcas debemos seguir invirtiendo en tecnología limpia.
- Facilita el acceso al usuario final: esos 600 € pueden marcar una diferencia real para que alguien dé el salto al eléctrico con una Velca.
- Impulsa la adopción urbana: con más motos eléctricas en la ciudad, se reduce ruido, emisiones y congestión.
Para nosotros, esto no es solo una medida política: es una palanca para seguir construyendo una sociedad más eficiente, limpia y conectada.
Conclusión: un paso lógico, necesario… y realista
La ayuda de 600 € anunciada por Barcelona no es solo un gesto verde: es un plan serio para transformar la movilidad del día a día.
Para Velca, representa una confirmación de que apostar por lo eléctrico no es una utopía: es la dirección correcta, la más sensata desde el punto de vista social, económico y ambiental.
Moverse en moto eléctrica no es solo el futuro: es ya una opción madura, viable y cada vez más apoyada por las ciudades.