Comprar una moto eléctrica para moverse por la ciudad suena como una gran idea. Y lo es. Pero en el camino hacia una movilidad más limpia, silenciosa y eficiente, muchos cometen errores que pueden costar dinero, frustración y tiempo perdido. Porque aunque las motos eléctricas han llegado para quedarse, todavía son un terreno nuevo para la mayoría de los conductores.
Si estás pensando en pasarte a lo eléctrico con una moto 125, este artículo es para ti. Aquí te contamos los 10 errores más frecuentes que cometen quienes compran una moto eléctrica en España... y cómo evitarlos con sentido común y buena información. Así, tu decisión será mucho más fácil, segura y acertada.
1. Confiar solo en la autonomía "prometida"
Uno de los errores más comunes es fiarse únicamente de la autonomía anunciada por el fabricante. Esa cifra suele medirse en condiciones óptimas: conductor ligero, velocidad constante, sin cuestas, sin viento y con batería recién cargada. Al igual que los consumos que anuncian los coches o motos de combustión, hay que tomarlos como una orientación más que una garantía.
Consejo: Busca siempre opiniones reales de usuarios, pruebas en condiciones urbanas y compara autonomía con tu uso diario estimado. Si necesitas recorrer 30 km al día por ciudad, una moto con autonomía real de 50 km puede ser suficiente. En el caso de que hagas trayectos por autovía —donde el consumo es mayor—, necesitarás contar con un poco más de autonomía anunciada para no quedarte corto.
2. No verificar dónde ni cómo cargarás la batería
Parece obvio, pero muchos compran sin pensar dónde y cómo van a cargar su moto. Si vives en un piso y la moto no tiene batería extraíble, ¿vas a poder bajarla a un garaje con enchufe? ¿Tienes acceso a una plaza con toma de corriente?
Consejo: Asegúrate de que el modelo tenga batería extraíble si no tienes enchufe cerca. Verifica también cuánto tarda en cargarse y si puedes hacerlo en cualquier enchufe doméstico.
Prueba una moto eléctrica en tu ciudad. Gratis
3. Elegir sin entender el tipo de batería y su calidad
No todas las baterías son iguales. Algunas marcas ofrecen baterías con celdas de bajo rendimiento o sin garantía clara. Esto afecta directamente a la autonomía, la durabilidad y la seguridad.
Consejo: Pregunta por el tipo de batería, marca de las celdas (por ejemplo, CATL, LG, Samsung), número de ciclos de carga y garantía. Una batería de calidad puede durar más de 5 años sin perder eficacia.
4. Pensar que no necesitan mantenimiento
Sí, una moto eléctrica necesita mucho menos mantenimiento que una de combustión. Pero eso no significa que sea "cero mantenimiento". Frenos, neumáticos, amortiguadores y sistema eléctrico deben revisarse periódicamente.
Consejo: Infórmate sobre los mantenimientos recomendados por el fabricante. Busca si hay talleres autorizados cerca de tu zona.
5. Creer que todas las motos eléctricas son iguales
Hay motos eléctricas de ciclomotor, otras de 125cc equivalentes, algunas para ciudad, otras más polivalentes... y diferencias notables en peso, acabados, suspensión, frenos o tipo de motor. Comprar solo por estética o por el precio sin mirar el conjunto es un error frecuente.
Consejo: Define tu uso principal y busca una moto que se ajuste a ese perfil: trayectos cortos, rutas mixtas, carga frecuente, doble plaza, etc.
6. Fijarse solo en la potencia nominal (o el marketing)
Muchos piensan que más potencia significa mejor moto. Pero en el caso eléctrico, importa más la combinación de motor, batería y controladora. Una moto con 5.000 W mal gestionados puede rendir peor que otra con 4.000 W bien calibrados.
Consejo: Busca pruebas reales y compara velocidad punta, aceleración y consumo. Pregunta por la experiencia de conducción, no solo los números.
7. Comprar sin probarla antes
Parece básico, pero muchos compran sin haber probado nunca una moto eléctrica. El tacto del acelerador, el silencio, la frenada regenerativa o el reparto de peso cambian la experiencia.
Consejo: Siempre que puedas, haz una prueba antes. Algunas marcas, como Velca, ofrecen pruebas gratuitas en tiendas distribuidoras. Aprovecha esa posibilidad.
8. No informarse sobre ayudas y subvenciones
En España existen planes como el Moves III, que ofrecen ayudas de hasta 1.100 euros por la compra de una moto eléctrica. También hay beneficios fiscales, como deducción en el IRPF y reducción del impuesto de circulación.
Consejo: Pregunta en el punto de venta si te ayudan a gestionar esas subvenciones. No las dejes pasar: pueden marcar una gran diferencia en el precio final.
9. Escoger una marca sin red de talleres ni servicio postventa
Una moto sin un buen servicio postventa puede ser un dolor de cabeza. Aunque fallen poco, las eléctricas también pueden tener incidencias. Y si no hay piezas o talleres cerca, el problema se agrava.
Consejo: Elige una marca con presencia nacional, con talleres asociados y buena atención al cliente. Investiga en foros y reseñas la experiencia de otros usuarios.
10. Compararla con una moto de gasolina como si fueran lo mismo
La tentación es inevitable: "por ese precio, me compro una 125 de gasolina con más velocidad y autonomía". Pero son mundos distintos. Una eléctrica es más eficiente, más limpia, más barata a largo plazo y más adecuada para ciudad.
Consejo: No compares con mentalidad de gasolina. Compáralas según tu tipo de uso, tus valores y necesidades reales. Si haces recorridos diarios urbanos, la eléctrica tiene todas las de ganar.
Conclusión: Comprar bien es moverse mejor
La movilidad eléctrica no es una moda: es una evolución lógica en las ciudades. Pero como toda novedad, necesita tiempo, información y aprendizaje. Evitar estos errores es el primer paso para que tu inversión tenga sentido, te dé satisfacción y te dure muchos años.
Una moto eléctrica bien elegida no solo te ahorra dinero: te cambia la forma de moverte. Te conecta más con tu entorno, reduce el estrés del tráfico y te hace parte activa del cambio hacia ciudades más limpias.
¿Tienes dudas? ¿Te interesa probar una moto eléctrica? Acércate a uno de los puntos oficiales de Velca o revisa nuestra web. Estás a una prueba de distancia de descubrir que lo eléctrico sí es para ti.